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El Juvenil A del Real Murcia ha comenzado mal la temporada y sus primeras actuaciones apuntan a otro año de sufrimiento. Tras ocho jornadas convive en los puestos de descenso y son pocos los futbolistas que brillan en sus filas. Josepa con sus cuatro goles, Tirado con sus buenas maneras en el centro del campo y el hispano-dominicano Alex Martín Sapeg con su verticalidad y regates.
El conjunto murciano se vio forzado a un cambio en el banquillo por la incompatibilidad laboral de Mapeka, que ahora entrena al Bullense de Tercera RFEF con un horario que le permite conciliar su trabajo con su pasión. Santos Valero, de forma interina, reemplazó a Mapeka durante una jornada mientras llegaba el relevo del archenero. Su sustituto Adrián Colunga, que debutó en la jornada sexta, tiene mucho trabajo por delante.
El objetivo es la permanencia. Ante clubes de gran poderío económico pensar en la Copa del Rey es una quimera. Valencia o Villarreal, por citar dos ejemplos, cuentan con muchísimos más medios gracias a su presencia en el fútbol profesional. Dinero e instalaciones. Las goleadas del Levante, Villarreal y Atlético Madrileño son entendibles. Pero no rascar puntos frente a los Elche o Albacete condenan al decano del fútbol juvenil murciano a no fallar frente a los candidatos a pelear el descenso. De momento las únicas victorias fueron contra el Patacona en casa y frente al Roda a domicilio.
Sin embargo, eso nunca fue una excusa para el Juvenil del Real Murcia, que nunca descendió de División de Honor y que cuenta con un palmarés importante. Aunque queden lejos las gloriosas épocas pretéritas, no hay que olvidar el pasado. En Murcia hay cantera, siempre la hubo. A pesar de las penurias financieras, con las que siempre se cohabitó en todas las décadas, los juveniles pimentoneros poblaban las clasificaciones altas de la tabla.
La cantera no goza de recursos económicos en el plan de la nueva propiedad, todo está centrado en el primer equipo y en adelgazar la deuda. Hasta que no se pise el fútbol profesional va a ser complicado para Pedro Asensio tener mimbres para fajarse de tú a tú con los transatlánticos del fútbol nacional, los mismos que tantos quebraderos de cabeza dan a los responsables de las bases cuando pretenden birlarle a sus mejores jugadores. Asensio ya vive las apreturas de sus predecesores: Tomi y Mapeka.
La futura e inminente Ciudad Deportiva puede ser un pequeño consuelo, pero la realidad es que ya se ha jugado como local ya en dos escenarios, Espinardo y Santomera. El peregrinaje sigue su curso, en un claro reflejo de las carencias que inundan el día a día de este club. Diferencias abismales con Paterna, la Ciudad Deportiva José Manuel Llaneza o la Ciudad Deportiva Andrés Iniesta. Cuesta no deprimirse al comparar.
Sería un mazazo histórico un descenso a Liga Nacional, por eso sería fundamental algún refuerzo para no padecer en demasía y además no mancillar la inmaculada historia de la joya de la corona de la cantera Real Murcia. La extinción de la deuda con la Seguridad Social es una de las claves para Felipe Moreno. Resuelto este asunto podrán venir más promesas internacionales que darían un plus tanto al Imperial como al Juvenil A. Al estilo de lo hecho en el Leganés. Lo mismo los Reyes Magos traen regalos en forma de fichajes para un Adrián Colunga que se enfrenta a un gran reto en este ejercicio. Aquí lo contaremos, como venimos haciendo desde 2006 por estos mundos digitales.
