“ El mundo no es todo alegría y color. Es un lugar terrible, y por muy duro que seas, es capaz de arrodillarte a golpes y tenerte sometido permanentemente. Ni tú ni yo ni nadie golpea más fuerte que la vida. Pero no importa lo fuerte que golpeas, sino lo fuerte que pueden golpearte. Y lo aguantas mientras avanzas, hay que soportar sin dejar de avanzar. Así es como se gana. Si tú sabes lo que vales, ve y consigue lo que mereces. Pero tendrás que aguantar los golpes”.
Silvester Stallone como Rocky Balboa.
José María Salmerón conoce a la perfección la Segunda B. Años de experiencia le han enseñado que es un lugar hostil para cualquiera, poco agradecido con los que buscan la alegría y el color, con los intentos de construir algo que no se cimente en lo más básico: la solidaridad colectiva y la fortaleza defensiva. Su UCAM Murcia, con el que logró el ascenso hace 2 temporadas, encajó 20 goles en 38 jornadas ligueras. Ahora, dirigiendo al club histórico de la ciudad, parece decidido a repetir la misma fórmula. Y los números dicen que va por el buen camino.
El Real Murcia al que aceptó dirigir era un equipo con un problema evidente: encajaba goles con mucha facilidad. Sus primeras declaraciones –y cada uno de sus actos desde entonces- han ido en la misma línea: cortar esa sangría. Así, tras una primera visita a Córdoba en la que se volvieron a mostrar los mismos problemas, el equipo ha logrado encadenar tres triunfos consecutivos y 270 minutos sin encajar un gol. Victorias grises, sin brillo, luz, color y alegría. Victorias en las que pasaron muy pocas cosas. Música celestial para su entrenador que sabe que si no se lo impide, esta categoría acabará por tumbarle a golpes.
El Real Murcia saltó al terreno de juego de la Nueva Condomina con algunas novedades con respecto al 11 que se impuso en Gran Canaria mediada la semana pasada. Fueron Pedro Martín, que volvió tras varias semanas fuera por lesión; Álex Ortiz, que sustituyó al tocado Mateos; y Abel Molinero que jugó en lugar de Llorente. Formaron en 4-2-3-1, con Elady por detrás de Martín y Armando formando el doble pivote junto a David Sánchez.
El partido estuvo marcado por la igualdad desde el pitido inicial. El Murcia no concedía oportunidades, pero tampoco se mostraba capaz de intimidar a su rival. Solo Elady Zorrilla y Santi Jara daban la sensación de poder desequilibrar el marcador en una jugada individual, pero el conjunto vinícola estaba cómodo y lograba incomodar la salida de balón pimentonera. Así, los balones largos hacia Pedro Martín se convirtieron en una constante, en la única alternativa para tratar de acercarse a la portería rival. Pero el delantero, que otras tardes fue una auténtica pesadilla para sus rivales, se mostró incapaz –quizá por estar algo falto de ritmo- de superar en el duelo individual a sus marcadores.
Tras la reanudación el guion no varió ni un ápice. Uno y otro equipo parecían tan cerca de anotar un gol como de ganar la Champions League esta temporada, y la hinchada pimentonera, con el paso de los minutos, empezaba a aceptar con resignación un nuevo tropiezo inesperado. Pero un hombre, en el banquillo, esbozaba una sonrisa. No estaba pasando nada, y eso era bueno. Un córner, un rechace, una acción individual…Y Elady Zorrilla le dio la razón al recibir un balón en la banda derecha, driblar hacia dentro y poner el balón en un lugar imposible para el guardameta jumillano.
Solo una tangana en los últimos minutos impidió que la fiesta fuese completa. Elady, el héroe de la tarde, fue expulsado con roja directa tras encararse y forcejear con varios rivales.
Por lo demás, pese a que todavía –el entrenador lo admitió en rueda de prensa- queda mucho por mejorar, el Real Murcia continúa su proceso de adaptación a un entorno hostil, en el que las risas, la alegría y el color brillan por su ausencia. Un lugar terrible, capaz de arrodillarte si no se lo impides. Salmerón ha llegado para llevar al club a un mundo mejor, y tiene muy claro qué fórmula es la más efectiva para conseguirlo.
PD1: La Policía Nacional obligó a la afición visitante a retirar una de sus pancartas por tapar el cartel de “Salida”.
PD2: Según refleja el acta Elady fue expulsado por “golpear a un rival con el puño cerrado en la barriga”. Él lo niega.
PD3: Deseado Flores fue el único consejero que acompañó a Raúl Moro en el palco de honor de Nueva Condomina.