José María Salmerón no quiso poner como excusa el bochorno institucional que vive el club a la hora de valorar la temporada, pero es ineludible no analizar esas circunstancias con lo meramente deportivo: "Nunca me he escudado en esas cosas. Pero todas las situaciones que hemos padecido han provocado que no pudimos hacer cosas. Hay equipos que en enero hicieron cosas y le han dado 12 goles realmente. Aquí no se ponen de acuerdo. Quiero hablar muy claro por la afición, que es muy grande y ha remado en todo momento. Todas las peleas que ha habido aquí no benefician. Si no se modifica, no habrá estabilidad y esa estabilidad te da que haya jugadores que quieran venir al Real Murcia. Quisieron venir jugadores en enero pero otros no. Esa pelea en los despachos nunca fue buena".
El almeriense iba a renovar de forma automática si el equipo conseguía el ascenso. Sin embargo ahora que el Real Murcia ha quedado eliminado no está tan clara su continuidad por su parte: "A mi me queda fuerza, viendo a la gente. El lunes puedo empezar ya la Liga. Pero hay que modificar cosas, si no es imposible. Si no se hace las cosas bien no querrá venir nadie. Y si no viene nadie no podremos pelear contra equipos que nos podrán hacer daño. Si el club modifica esto, seré el primero en seguir adelante. La afición merecía el ascenso".
El deseo de los Gálvez es renovarle mientras que Mauricio García de la Vega no lo visualiza como el entrenador idóneo. Salmerón sería el candidato del Almería si los andaluces descienden. Es una de las ofertas que podrían ponerse encima de la mesa del técnico grana, que además concita el interés de otros clubes que aspiran al ascenso a Segunda en la próxima campaña. El preparador murcianista no quiere renovar por el Real Murcia y volver a vivir una temporada marcada por los impagos y los vaivenes institucionales. Antes de seis semanas el TAS debe pronunciarse sobre el contrato suscrito entre Raúl Moro y García de la Vega, pero la decisión del ente suizo podrá ser recurrida e incluso ampliarse en los juzgados españoles, lo que acarrearía más inestabilidad al culebrón por la propiedad del club.