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José Manuel Aira no quiere perder de vista al UCAM Murcia CF. Y, si puede producirse un tropiezo de los universitarios, el Real Murcia pretenderá llegar líder al derbi con más morbo que ha vivido el club grana en los últimos años: volver a La Condomina, testigo de tardes de alegrías y sinsabores, como reza el himno pimentonero. Tras el derbi ante La Hoya Lorca en el primer tramo de competición (con 1-0 favorable a los lorquinos), en esta ocasión los pimentoneros se enfrentarán al FC Jumilla.
Este duelo podría suponer la reaparición de Gorka Azkorra, ausente en las últimas jornadas por lesión, y la resolución de una duda: el lateral derecho. La posición con menos efectivos del Real Murcia sufrirá la baja de José Ruiz, que dejará su posición bien a Jaume Sobregrau (lateral reconvertido a central) o al canterano Álvaro Marín, que podría subir al primer equipo y mantener al catalán en el eje de la zaga. Para más inri, el Real Murcia no podrá contar durante dos meses con uno de los jugadores que más equilibrio le estaba dando al equipo en el centro del campo: Sergi Guilló.
Enfrente estará un FC Jumilla que presenta bajas y novedades: en la cara negativa, los del Altiplano llegarán a Nueva Condomina con las bajas del goleador Paolo Etamané, Borja, Julien y Torres (por sanción) y el lesionado Vargas; como novedad, el club jumillano destituyó el pasado lunes a Jordi Fabregat y ha firmado al ex jugador de Villarreal y Las Palmas, entre otros, Josico.
El Real Murcia tendrá ante sí a un equipo motivado por diferentes motivos: el club pimentonero, el estadio, la buena dinámica (victoria en Villanueva de la Serena y empate ante La Hoya Lorca) y las ganas de agradar y ganarse el puesto ante el nuevo técnico del club vinícola. Además, el Real Murcia tendrá ante sí otro reto más allá de lo deportivo: en el apartado moral, meter presión al UCAM Murcia para tratar de imponer la historia y el fútbol sobre el césped de La Condomina en la próxima jornada.
