Final feliz con dos semanas de antelación a una complicada temporada para el conjunto juvenil del Real Murcia y para su entrenador José Anastasio Perez Rojo 'Mapeka', que ha tenido que formar un vestuario totalmente nuevo en el que continuaron muy pocos integrantes de aquel equipo que acabó la competición en cuarta posición la pasada campaña. Muchos de los futbolistas del pasado año han formado parte este año del Imperial de Acciari. Las estrecheces económicas del conjunto pimentonero han obligado a que el filial se sustente principalmente con el producto de su propia factoría, mientras que en anteriores temporadas se realizaban numerosos fichajes para cubrir varios puestos en el segundo equipo, que milita en Tercera División.
Esta circunstancia obligó al técnico José Mapeka a alistar jugadores muy jóvenes provenientes del Juvenil 'B', dejando a este escalafón del club un poco desnutrido. Los inicios de este nuevo grupo fueron tormentosos y complicados. Desde el principio quedó claro que el objetivo sería salvar la categoría. Tras una primera vuelta con dudas, el equipo se cargó de ánimo y confianza, mejorando sus registros respecto a la ida del campeonato y firmando la permanencia a falta de dos jornadas para que finalice el campeonato. Restan dos partidos más para disfrutar y para seguir engrasando la maquinaria de un grupo de canteranos que han aprendido mucho del sufrimiento de este año y que podrían marcarse objetivos más ambiciosos de cara al siguiente curso.
Al Real Murcia le ha bastado con lograr un punto este domingo 3 de abril en Santomera frente a su eterno rival: el Cartagena, que tendrá que pelear duro para lograr una salvación que está a tres puntos de distancia.