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El Juvenil A del Real Murcia tiene este fin de semana la oportunidad de asentarse firmemente en el ecuador de la tabla y poder así fijarse objetivos más ambiciosos. Esta jornada los granas reciben al Torre Levante, colista del grupo VII de División de Honor con 8 puntos y a siete puntos de la permanencia.
Los pupilos de Mapeka llegaron a pasarlo mal hace poco al sentir demasiado cerca el calor que desprenden las posiciones de descenso. Una serie de buenos resultados han vuelto a dejar al cuadro pimentonero en una buena casilla de salida. Ahora deben tratar de no torcerse y proseguir una marcha regular en las siguientes semanas.
Salió muy reforzado el Real Murcia de su última victoria en Cartagena. Una derrota hubiese dibujado un escenario totalmente distinto. Tres puntos menos en la clasificación no serían muy trascendentales. El último triunfo contiene un valor mucho más moral; el equipo fue eficaz de cara a puerta contraria en los momentos claves sin necesidad de desplegar un gran fútbol y luego supo defender el resultado hasta el final sufriendo y replegarse como un grupo maduro y bien orquestado.
El Torre Levante se puede considerar un chollo para los murcianistas. En lo que va de competición el equipo valenciano no ha pasado del empate fuera de casa. Principalmente por esta razón está como está. Pero lejos de aparente debilidad, el Torre Levante ha competido en buenas condiciones ante rivales complicados. Aunque la fortuna no suele estar de su lado. En la pasada jornada el Villarreal derramó sudor y lágrimas para imponerse por 2-3 en casa de los valencianos.
Resulta difícil que el Real Murcia no sufra para superar a su inmediato rival. La exigencia debe ser la máxima para este fin de semana si los juveniles desean establecerse de forma definitiva mitad de tabla y con la pretensión de seguir ascendiendo puestos.
