El 7 de septiembre el Real Murcia envió su propuesta de reconvenio de acreedores de forma telemática al Juzgado Mecantil de Murcia. Ahora la jueza, María Dolores de las Heras, tiene que comprobar la validez de los documentos que el Real Murcia ha presentado. El plazo para la verificación es hasta el 28 de septiembre.
Hasta que la jueza no dé oficialidad al reconvenio, obtamos por la cautela para que los aficionados luego no se lleven una sorpresa negativa ya que puede surgir algún imprevisto. Aunque los consejeros se muestran optimistas al respecto, este club es especialista en sorpresas de última hora como muy bien sabe la afición murcianista. Un reconvenio sin quita y a cinco años no es algo para celebrar, pero como la situación está tan mal, al aficionado pimentonero este acuerdo le sabrá a gloria.
El planteamiento del nuevo convenio es el siguiente: no incluye quita, no se paga en Segunda B, un 20% al año de los 15 millones de euros adeudados si se milita en Segunda o pagar de golpe todo lo restante en Primera. Si en cinco años no se pagan los casi 15 millones (imaginen que no se consigue salir de Segunda B), el club estaría obligado a pagarlo todo de golpe en el quinto año, es decir, en enero de 2022. No obstante, de aquí a cinco años quizá en lo deportivo soplen mejores vientos.
El acreedor que más trabajo ha costado convencer ha sido Paco Casal. El empresario uruguayo, al que se le deben 3.300.000 euros (Cerro Porteño) por las incorporaciones de futbolistas charrúas que llegaron al club grana en la 2007/2008, ha venido manifestando que estaba harto de las mentiras Real Murcia. Sin embargo, los nuevos rectores están cumpliendo, pese a que no aportan dinero pero sí capacidad negociadora, y la entidad ha ganado algo de credibilidad. Se espera que la documentación proviniente de Uruguay llegue en los plazos indicados y se obtenga la adhesión más complicada desde que hace muchos meses se trató de organizar un reconvenio. Casal dijo que sí en Madrid pero hace falta la firma. Sería un batacazo muy perjudicial para el club que este controvertido representante no cumpliera su palabra.
Si el Real Murcia lograse el reconvenio, una prórroga hasta 2022, evitaría el riesgo de liquidación y daría más tranquilidad jurídica a sus gestores, los actuales o los futuros (la ampliación de capital se ha extendido hasta el 15 de noviembre). Se trata sin duda de la época más oscura del Real Murcia en el apartado financiero y la lucha del murcianismo se centra en ganar oxígeno para que las deudas no aniquilen a un escudo casi centenario y con una legión de seguidores a sus espaldas.
Y luego Hacienda y la Seguridad Social
El siguiente capítulo que Guillermo Martínez-Abarca, presidente del Real Murcia, quiere resolver es el de Hacienda y la Seguridad Social, organismos con los que se pretende rubricar un aplazamiento de las deudas pendientes con un calendario de pagos razonable en función de la categoría en la que se milite. Desde la AEAT se pide que el club abone una cantidad importante para conseguir ese aplazamiento tan ansiado, que pretende evitar la sangría de recargos que viene originando mes a mes, lo que aumenta la deuda, genera embargos continuos y pone en riesgo la viabilidad del club. Este mes de septiembre habrá otra reunión en Madrid, en la que quizá se pueda plantear poner alguna cantidad económica encima de la mesa para obtener el aplazamiento.
Renovar el consejo de administración
Por otro lado, son muchos los murcianistas que están alentando a Martínez-Abarca a que renueve el consejo de administración para que gane en credibilidad y también en poderío económico. También hay una parte del consejo que aboga porque entre gente nueva y que vayan saliendo los consejeros más afines a los Samper. El actual consejo llegó para realizar una transición que en breve debería finalizar si alguien compra acciones de manera mayoritaria y promueve un plan, circunstancia que aún no se ha dado.
Comentarios
Un saludo.
Pero, ¿como a estas alturas siguen estando entre los deudores los Samper?, no iban a renunciar, alguien puede explicarlo.