Gol del Murcia

Mauricio García de la Vega, tras su vuelta de México, acudió a la notaría esta semana para avisar que su intención es ejercer una cláusula del contrato para ejecutar la opción de compra del Real Murcia. El mexicano llegó a Murcia en diciembre alquilando el club y convirtiéndose en gestor. Antes de la Junta del 11 de abril, Mauricio deberá ingresar el dinero pactado en el contrato que firmó con Moro.

Raúl Moro Martín defiende que quien está incumpliendo el contrato es Mauricio al acumular tres meses de impago al primer equipo y que la opción de compra solo es ejecutable en junio de 2019. Los argumentos de los dos protagonistas colisionan porque según García de la Vega los tres meses de impagos deben ser meses consecutivos y no alternos, por esos desde las oficinas se insistía en que se pagaba el mes de enero cuando se abordó la única nómina pagada a la primera plantilla en la era García de la Vega.

Llama poderosamente la atención que García de la Vega se autotitule el dueño del club cuando ni ha pagado lo que estipula el contrato ni el Consejo Superior de Deportes ha aprobado la operación. Al margen de que ha hecho caso omiso a la confidencialidad del contrato. Mauricio incluso emitió un comunicado oficial del club y ya luce desde el sábado que es el propietario pimentonero en la red social de LinkedIn. Otro movimiento que ha ocurrido es la dimisión de Deseado Flores como Consejero Delegado.

En tratos con inversores a la desesperada

Cuando trascendió que Raúl Moro estaba recibiendo el interés de un inversor estadounidense, Mauricio tomó la iniciativa al comprobar que podían revocarle sus poderes por no solucionar los impagos en el Real Murcia. El mexicano, ante su falta de liquidez, está en conversaciones con inversores para conseguir el dinero con el que afrontar la opción de compra del club grana y dotarle de liquidez. Esta redacción ha averiguado que estos días García de la Vega está en tratos con un inversor de Indonesia.

La cuenta atrás ha comenzado y antes de la Junta de Accionistas debe resolver estas cuestiones si no quiere que Moro lo eche del club. Se supone que García de la Vega venía a Murcia con los deberes hechos pero la realidad es que está improvisando, con las graves consecuencias que puede acarrear para el club dicha estrategia. Por otro lado, si el 20 de abril no se afrontan los pagos de IVA e IRPF del primer trimestre de 2018, Hacienda y Seguridad Social articularán una maniobra que originará la asfixia financiera definitiva en el club. La razón es contundente, desde 2008 el club no hace frente a sus obligaciones tributarias corrientes, no ya las que se van acumulando. Desde AEAT la paciencia está agotada.

Cuatro meses al mando y sin solucionar los impagos

Mauricio, que mantiene una mala relación con Raúl Moro, lleva desde principios de diciembre gestionando el club pero la realidad es que hasta la fecha solo ha puesto 60.000 euros para pagar una nómina a empleados, Imperial y al baloncesto. Lo que se pagó en enero a la primera plantilla fue una nómina cobrando de patrocinadores facturas futuras de esta campaña, con esas cantidades también se solucionaron las denuncias AFE para poder fichar. Así las cosas, el Real Murcia debe 3 meses al primer equipo y 4 a las bases y empleados.

Según Salmerón, Mauricio ha hablado con ellos para transmitirles tranquilidad pero no da fechas concretas para solucionar los pagos pendientes: "Queremos centrarnos en lo deportivo. Estamos dando el máximo por cumplir el objetivo. Hemos hablado con Mauricio. Dice que está trabajando para que haya normalidad y haya credibilidad", dijo este viernes 9 de marzo. El malestar en la plantilla es descomunal ante la incertidumbre que se está generando y ante la falta de sinceridad del mexicano que les dijo que les iba a pagar a mitad de febrero por adelantado y luego a principios de marzo, plazos que han expirado. La afición del Real Murcia está expectante por ver si García de la Vega cumple. De momento no lo ha hecho.