Cuando un sector de la afición murcianista pide el cese de un entrenador en un momento de la temporada, siempre pienso en la máquina trituradora de técnicos que es el Real Murcia. Quizá por eso el club no prospera, porque no se da tiempo a los proyectos y porque se elige fatal, la mayoría de los que han venido mandado en el club, da igual la época, son unos inútiles. Ahora muchos señalan a Paco García y me da mucha pena que vaya a pasar lo de siempre, que se lo carguen.
Blandico
Paco ha hecho cosas muy mal debido a su inexperiencia. Sus declaraciones a mi no me convencen y más cuando señala a los jugadores, como pasó hace un par de ruedas de prensa. Dijo que los que juegan son ellos, quitándose responsabilidad de lo que ocurre en el terreno de juego. Eso huele mal, unas palabras así no pueden traer nada bueno.
Su autoridad dentro de la caseta no es firme, la prueba es que muchos de los jugadores que han salido no le estiman ni respetan. Y ojo, que el que se va suele irse resentido pero es que ni se cortan en redes sociales. Que se den nueve bajas y que todo sea una balsa de aceite es muy complicado pero es que los jugadores se han ido excesivamente dolidos. Y lo mismo es normal, él dijo que no hacía falta una revolución, que con un par de fichajes la cosa estaba arreglada y ha ocurrido algo más que una revolución. Esas cosas hay que saber gestionarlas pero nadie nace aprendido, no se le puede pedir a Paco una veteranía que no tiene. Yo esperaba mucho más de él.
¿Quiso Paco poner en práctica algo utópico?
El carmelitano quiso que su equipo jugara al toque en Segunda B. La propuesta es loable y la grada quería algo así porque estaba cansada de tanta sordidez en la categoría de bronce. Pero una cosa es lo que pida el público y otra lo que demanda la división y la realidad del fútbol. Y el presupuesto. Este verano se partía como cuarto presupuesto y la clasificación ha puesto al club en otro lugar. Ahora ha habido dinero y han llegado muchos fichajes. La exigencia es mayor y la paciencia mengua.
Esto no es el PC Fútbol
Lo que trasluce de esta situación es que no tenemos ni idea, de esto no sabemos ni en la grada ni los que opinamos. Me refiero a elegir entrenadores o directores deportivos. El fútbol que triunfa es el de los buenos profesionales, no el de las redes sociales o las redacciones periodísticas. Elegir los perfiles válidos es una tarea sumamente complicada, que trasciende las ideas de los forofos o de los plumillas. Pero venimos de una directiva ultra forofa sin un duro y que estaba muy pendiente de lo que decía la afición, eran gestores de medio pelo, populistas y sin recursos. De los nuevos solo podemos decir que han venido con dinero, lo primero que se le pide a una directiva, y que han traído primeras opciones.
Oiga, que no se le hace un gol al arco iris, así de triste
El once es sólido en defensa, supo cambiar el chip tras el mal inicio a domicilio pero la incapacidad goleadora es manifiesta, el equipo no hace nada de daño y ya da igual que jueguen delanteros que marcan, que no marcan, contrastados, no contrastados, veteranos o jóvenes. La máquina para desbordar y crear ocasiones no funciona. Los números son sonrojantes. La metodología no es la apta y el cirujano se lía con el bisturí. Ya no es un tema de jugadores. Por eso se señala a Paco García. Lo de Melilla no es evaluable, forma parte de un redil paranormal del fútbol y esto lo he hablado con varios ex jugadores y futbolistas de ahora, un resultado adverso en el Álvarez Claro no puede ser detonante de tomar ninguna decisión. Es como la habitación roja de Twin Peaks.
Espero que le den una oportunidad más pero me da, y esto es una opinión personal, que está sentenciado. A Paco ya solo le salva que gane tres o cuatro partidos seguidos. Ultimatum contra La Balona.
Comentarios
Y verdad es, también, que sería importantísimo subir este año, salir de este hoyo, volver al fútbol profesional con todo lo bueno que conlleva, e ir cerrando puertas, malas puertas, en forma de sangría con hacienda, acreedores... Y vuelta, algún día, a lo que nuestro Real Murcia fue, a volver a deleitarnos con el sabor de los buenos jugadores y de los buenos equipos que a todo amante del fútbol gusta y añora aquí, en esta tierra grana de destierro futbolero, de desarraigo del deleite que otrora vivimos, y tampoco hace tanto.
Pero que no sé, por un lado está la urgencia de ganar, por otro, que ni Paco ni ningún otro entrenador meten goles. Por mucho que quieran. Y ¿paciencia? No lo sé. Igual sale bien...