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Los embargos y las deudas ahogan al Real Murcia. En noviembre de 2018 la PARMU se hizo cargo del club y desde entonces se ha convertido en un club que paga sus deudas conforme los ingresos se lo permiten. Sin embargo la pandemia ha reducido drásticamente los ingresos de la sociedad debido a diferentes causas lo suficientemente justificadas.
Así las cosas los dirigentes pimentoneros deben abordar un nuevo calendario de pagos con los acreedores ya que no se puede cumplir con lo que se pactó. Estando en causa de disolución, el club necesita la comprensión de sus acreedores para afrontar un nuevo escenario. Los responsables de la parcela financiera tiene un nuevo reto un año después de tener atados casi todos los compromisos del reconvenio que aún no está resuelto pero sí muy bien encaminado.
Por otro lado, el Real Murcia debe 16 millones de euros a Hacienda y Seguridad Social, otro de los grandes quebraderos de cabeza para la directiva murcianista. Aquí el panorama es más complicado ya que se necesitarán avales y una gran cantidad de dinero inicial para poder considerar un convenio singular.
Por estas circunstancias a principios de 2021 se vislumbra con claridad una nueva ampliación de capital para obtener ingresos que ayuden a cumplir con los acreedores.
