Este martes 24 de mayo en el edificio Moneo se presentó la ampliación de capital del Real Murcia. La jornada sirvió para aclarar las dudas sobre este proceso que se abrió el 18 de mayo y que, en caso de no suscribirse la cantidad fijada (5,1 millones de euros), termina en septiembre. La cantidad mínima que puede comprar un murcianista es una acción de 102 euros.
Los rectores del club explicaron que actualmente se debe la nómina de abril a la plantilla y empleados. Se espera que la recaudación en taquilla frente al Toledo ayude a cubrir el mes que se debe. Una de las partes más interesantes de la jornada fue cuando se detalló la deuda del club a 30 de junio de 2016. Así está la situación financiera (hemos redondeado):
Deuda total: 44.600.000 euros
Desglose:
Deuda con la administración pública (Hacienda y Seguridad Social): 14.300.000
Deuda concursal (ordinaria): 14.900.000 euros
Préstamo de la LFP por el descenso: 2.000.000 euros
Deuda contra la masa (generada tras el concurso de acreedores de 2009): 6.200.000 euros
Deuda con las empresas de los Samper: 7.200.000 euros (de los cuales 4.800.000 son préstamos participativos de empresas de los Samper y 2.400.000 euros están enmarcados en el proceso concursal como subordinados).
A esta deuda habría que sumar los recargos por impago con Hacienda del último año. La directiva comentó que de momento no había conseguido convencer a Paco Casal para que se adhiera a la modificación del convenio de acreedores (el plazo es hasta septiembre).
Guillermo Martínez-Abarca, presidente del Real Murcia, animó a los murcianistas a que compren acciones ya que la supervivencia del club está en juego. Se detallaron los incentivos para quienes compren accciones y se tipificaron tres categorías (accionista bronce, accionista plata y accionista oro).
El club pimentonero necesita liquidez para solucionar la deuda con Hacienda e impedir que sigan produciéndose recargos al no tener un calendario pactado de pagos. Además, es fundamental llegar a los 3.400.000 euros para restablecer el equilibrio patrimonial de la entidad murcianista y evitar entrar en causa de disolución.
Se antoja fundamental para los inversores, aquellos que concurrirían con grandes cantidades de capital, que la directiva llegue a un preacuerdo con Hacienda para evitar que, una vez terminado el proceso de la ampliación de capital, la administración pública embargue lo que se recaude tras este proceso, lo que supondría no poder gestionar la deuda ni preparar con garantías la campaña 2016/2017.
Comentarios
Ya no sirve de nada pero los incentivos para como somos en Murcia, por desgracia, debieron ir encaminados en mas ventajas para los abonados ( quizás no como hizo Samper pero un poco por el estilo).