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En el último duelo murciano se vieron reflejados sobre el césped varios aspectos llamativos desde el punto de vista táctico pese a que el viento fue el gran protagonista dejando en un segundo plano lo diseñado por ambos técnicos durante la semana.
El intenso viento racheado que azotó Melilla en la mañana del domingo provocó que ambos conjuntos dispusieran de 45 minutos en la que serían claros dominadores del juego de ataque, mostrándose más que evidente la gran dificultad de precisar en cada una de las acciones.
El Real Murcia de Aira gracias al empate 1-1 en Melilla, no pierde en Liga desde el domingo 25 de octubre en su visita al Sevilla Atlético y suma una racha de catorce jornadas sin conocer la derrota, habiendo sumado 34 de los 42 puntos disputados.
Todos estos datos positivos no son casualidad. Para este encuentro el técnico berciano volvió apostar por el 1-4-4-2 que tan buen resultado le está dando a este Real Murcia, con una variante que no sorprendió, Chavero de interior izquierdo para incluir en la medular a Rafa de Vicente y aprovechar así el buen momento de forma del medio.
Con esta formación y jugadores el entrenador pimentonero buscaba sobre todo reforzar la medular con un jugador más de toque y recorrido como es Rafa. Algo que puede ser habitual sobre todo fuera de casa y en choques en los que Aira pueda prever que no va a tener posesión o ser claro dominador.
En la primera parte poco podemos destacar del plano ofensivo murcianista, el viento en contra fue determinante en el juego y perjudicó a los granas que a los 16 minutos vieron como Cubillas aprovechaba una acción desafortunada para poner el 1-0 en el marcador.
Tiene que ser ya en la segunda mitad cuando podemos ponernos a hablar un poco más de variantes y alguna cosa interesante a analizar en el juego pimentonero. En los segundos 45 minutos se salió con la misma idea y jugadores que al inicio de partido, pero ahora con el viento a favor.
Chavero empezó a trazar diagonales y dejar la banda para las incorporaciones de Hostench y Rafa de Vicente se hizo amo y señor de la medular. Solo con esto más la ayuda de las condiciones atmosféricas el Real Murcia golpeó como un titán en la segunda parte en repetidas ocasiones y supo encerrar a su rival en su área.
Los cambios
Aira fue valiente y en el minuto 11 de la segunda parte realizó un cambio ofensivo, dando entrada a Sergio García por un Eneko Satrústegui algo desorientado en muchas acciones del juego. Con esta sustitución Armando pasó a ocupar la posición central junto a Ruso, Chavero (a la postre decisivo) pasó al medio campo formando pareja con Rafa de Vicente y Sergio García se colocó en el extremo izquierdo. Isi, como siempre incisivo, entro por Germán en el minuto 65 y tuvo tiempo de demostrar sus condiciones y calidad en el uno contra uno en el extremo derecho.
Con estos cambios se vio un Real Murcia volcado, dando la impresión de que el gol podría venir en cualquier momento. Los granas mezclaban muy bien el juego corto y largo y aprovecharon a los extremos para surtir de balones a los delanteros y gente que entraba desde la segunda línea.
Como viene siendo habitual, el entrenador murciano está sabiendo encontrar, a base de buenas decisiones, las soluciones necesarias en el trascurso de los partidos y el premio vino en forma de gol, obra de Chavero (80') aprovechando un balón en la frontal para lograr el empate a uno que sería definitivo.
El dato curioso del encuentro disputado en tierras melillenses fue sin duda la expulsión de José Manuel Aira y Antonio Morote (delegado). El colegiado Raúl Chavet García invitó a ambos a abandonar el terreno de juego durante el trascurso del choque, y aún no se sabe el alcance de la sanción que podría provocar que Oscar Sánchez tome el timón en el banquillo, bajo el mando de Aira, en los próximos partidos.
