Gol del Murcia

Una vez más toca levantarse, permanecer al lado de nuestro equipo y volver a ilusionarnos de nuevo. Después de una temporada con un final amargo e ingrato, de esas campañas que casi siempre están ligadas a los destinos de nuestro club, es el momento de avivar la llama de un sentimiento por unos colores que roza en muchas ocasiones la locura. Si, locos y apasionados por un sentimiento llamado Real Murcia. Nos hemos forjado sabiendo convivir con las victorias y las derrotas, con los éxitos y los fracasos, con las injusticias y las indefensiones, pero todo esto nos ha hecho ser más fuertes, casi inmortales.

Ha llegado el momento ahora más que nunca que el único sustento que tiene nuestra centenaria entidad, sus incondicionales, volvamos a defender a nuestro club cada vez más indefenso. Apuntarse a caballo ganador es muy fácil pero permanecer al rebufo de un escudo en los momentos difíciles, es lo que nos hace ser más grandes y lo que nos llevara de nuevo a saborear las mieles del éxito. En volvernos a levantar y seguir luchando como si nada hubiera ocurrido somos los más laureados del futbol mundial, en eso no nos gana nadie. Hagamos todos un esfuerzo y volvamos a ilusionarnos con el equipo de nuestra vida, con el equipo de nuestra ciudad, con el más grande antes, ahora y siempre.

No me cabe la menor duda que volveremos más pronto que tarde y lo haremos con más fuerza que nunca, hemos superado de todo a lo largo de nuestra historia y todos sabemos que lo mejor está por llegar sabiendo de lo difícil que será el camino.

Durante estos más de treinta años al lado del Real Murcia he vivido prácticamente de todo, ascensos heroicos a la categoría de plata como el de Granada con el gol de Pepe Aguilar o el más reciente con Iñaki Alonso, muy importante fue el logrado justo el año después del descenso administrativo por la no conversión en Sociedad Anónima con Carlos Campillo, que recuerdos, volvimos cuando nadie ya nos esperaba, éramos un club moribundo abandonado a su triste final. Ascensos a Primera División con David Vidal y Lucas Alcaraz, especialmente emotivo el primero por cómo se produjo y después de tantos años de ausencia en la máxima categoría. Que futbol practicaba ese equipo con Ismael, Tito, Acciari, Reinke o David Karanka, me emociono con solo recordarlo. También he vivido momentos muy tristes, descensos administrativos como el reciente vivido que dejaron a nuestra entidad al borde de la desaparición. Qué decir del descenso a la categoría de bronce de Girona, o el descenso a Tercera Division en Santa Coloma de Gramanet. He visto jugar a equipos como Manlleu, Gava, Premia de Mar, Alcira ... con el maximo de los respetos para todos ellos pero éramos conscientes que no era ni nuestro lugar. Eran temporadas agónicas, en aquellos años apenas éramos dos mil socios y la afluencia de público muchas veces no superaba los mil aficionados. Era una época gris donde no se veía luz alguna en horizonte, aun así cuando todo parecía que no volveríamos a resurgir jamás, lo logramos y esta vez no será diferente. Me siento privilegiado por haber estado al lado del club en esos momentos, por no haberlo abandonado nunca, por poder contar con orgullo que nunca lo deje solo y lo que es más importante por ver que ese sentimiento en la actualidad sigue latente no solo en mi sino en miles de murcianistas.

Los que ahora permanezcamos junto al club nos convertiremos en el motor para sacar adelante a nuestro Real Murcia en los momentos más importantes de su historia, cuantos más seamos más corto será el camino. Que estemos los que creamos y queremos este escudo, que queden al margen agoreros y oportunistas, estos últimos vendrán solos cuando seguro nos no hagan falta. Es la hora de permanecer unidos y de hacer saber a todos los estamentos de la sociedad que el Real Murcia está muy vivo y que nada ni nadie podrá con nuestra ilusión real y autentica por un escudo insustituible, sinónimo de futbol en Murcia, que volverá a brillar como merece. Murcia es Real Murcia. Es hora de sumar, de dejar a un lado los errores y de comprometerse todos y cada uno por una misma causa, la supervivencia de una entidad que pronto nos hará vibrar de nuevo. Es maravilloso soñar con ese momento, saber que va a llegar y los mas importante saber que fuimos participes de ello. Armémonos de paciencia, que no cunda el desanimo ya que de ese modo disfrutaremos mas el triunfo que estar por llegar. Nunca te perdonarías no haber puesto de tu parte. Demos el paso adelante y hagamos más grande la historia de nuestro club, está en nuestra mano y entre todos lo lograremos. Nunca seremos nada si no aprendemos a defender y querer lo nuestro.

Estaré al lado del Real Murcia siempre, este sentimiento no me lo quitara nadie. Orgulloso de ser así.

A todos los amigos que conocí y conoceré viendo a mi Real Murcia y que me hicieron querer a este club como algo mío. A mi hijo que me acompaña con la misma pasión jornada a jornada. A mi vecino Paco, haya donde estés, que despertaste en mi esta pasión por nuestro equipo.

Carlos Alberto García Collado. Abonado 272. Accionista.