Con una nueva fecha tachada en el calendario, el Real Murcia sigue sin acercarse a ser el equipo todos esperaban durante la pretemporada. La fuerte inversión realizada y la clara directriz marcada desde las altas esferas de Nueva Condomina no se corresponde, de momento, con un juego y unos resultados acordes a las expectativas.
La última piedra en el camino de Manolo Sanlúcar ha sido el Mérida AD, un equipo que tampoco pudo mostrar lo necesario en un candidato al ascenso de categoría. Fue el propio conjunto grana, incapaz de cerrar un partido que se le había puesto de cara, el que otorgó a los extremeños la posibilidad de empatarlo o incluso ganarlo en los minutos finales.
Una primera parte con altibajos
La primera parte fue el mejor período del conjunto grana. Sin lograr someter a su rival de manera contundente, las llegadas por banda –especialmente las de un acertado Xiscu- y el buen desempeño de Fran Carnicer y Juanma en la sala de máquinas, permitieron a los murcianistas adelantarse en el marcador.
Fue en un centro lateral de Jordan, una de las novedades en la alineación, cuando un defensor visitante empujó el cuero a su propia portería. Poco antes Xiscu, que estaba siendo de los más destacados, tuvo que abandonar el terreno de juego por una molestia en el tobillo. Fue el principio del fin para su equipo.
La salida de Carnicer, detonante de la deriva grana
En la segunda mitad, sin embargo, el panorama se tornó mucho más oscuro. Tras una primera parte que dejó dudas, pero en la que el equipo de Manolo Sanlúcar fue superior a su rival y se saldó con un gol de ventaja, tras la reanudación vimos una versión nerviosa, precipitada, imprecisa y blanda del conjunto grana.
El detonante fue la salida obligada de Fran Carnicer, brújula del equipo, que estaba completando su mejor actuación de la temporada. David Sánchez le sustituyó después de que sufriese un aparatoso golpe en las costillas, y el canterano del FC Barcelona se mostró incapaz de rayar al mismo nivel. Al contrario, estuvo muy desacertado con y sin balón.
El partido entró en una fase de transiciones en la que pudo llegar el segundo gol local, pero de una u otra manera todas las oportunidades se desaprovecharon. Los jugadores entrenados por Nafti llegaron así a los últimos minutos del partido a un solo gol de la igualada.
Fue en una jugada a balón parado, lanzada desde el sector izquierdo y sobrepasado el minuto 80, cuando los peores temores de la afición pimentonera se tornaron reales. La incapacidad para defender las jugadas a balón parado, un lunar en el rendimiento del Real Murcia durante toda la temporada, volvió a pasar factura una vez más.
La grada perdió la paciencia
Para parte de la afición del Real Murcia fue la gota que colmó el vaso. Muchos se giraron contra el palco, pidiendo la marcha de Manolo Sanlúcar y mostrando así su descontento con la marcha del equipo. En esos minutos, incluso, se pudo perder el partido. El equipo se vino definitivamente abajo y los extremeños gozaron de dos claras ocasiones para darle la vuelta al marcador.
Un inicio decepcionante, que deja al equipo muy lejos de sus objetivos, y a Manolo Sanlúcar en la cuerda floja. El andaluz podría haber vivido su último partido en el banquillo local de la Nueva Condomina.
PD1: El Real Murcia disputará su próximo partido, como visitante, ante el Córdoba CF B el próximo lunes por la tarde.
PD2: A la entrada de los aficionados al estadio, trabajadores del club repartieron pequeñas banderas de España en una sorprendente decisión.
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