Nacido en Santomera, el 14 de mayo de 1927. Casado con la también santomerana Araceli Sánchez González, fruto de ese matrimonio nacieron 7 hijos.
Paco Cánovas, como él siempre ha querido que se le llame, comenzó jugando como extremo derecha, para posteriormente ir adaptándose a medio volante y defensa lateral. Dotado de mucha velocidad y fuerza, dejaba atrás a sus rivales; golpeaba con mucha fuerza la pelota.
Fueron sus inicios, como no, en su pueblo, corriendo y haciendo sus partidos por cualquiera de sus muchos descampados. En la temporada 1940/1941, con 12 años, formaba parte del Imperio FC que se proclamó campeón del torneo ‘Ramón Angel’ organizado por el Real Murcia. En años sucesivos y sin pertenencia a ningún equipo, jugaba por Santomera, Espinardo y Beniaján encuentros amistosos por fiestas, torneos veraniegos, etc. Sería a comienzos de 1.944, cuando el entusiasta Antonio Sáez lo descubre dando patadas por esos campos, y se lo lleva a su Athletic de Murcia, lo que representaría su primera ficha federativa, en categoría de aficionado. La siguiente campaña 1944/1945 sería la de su consagración; juega en el Orihuela, Murcia Amateur e integra la selección murciana del Frente de Juventudes, con la que se proclama campeón de España al derrotar 7-0 a la de Sevilla. No había cumplido todavía los 18 años, y su nombre ya ha cobrado fama; es el Real Murcia el que consigue estampe su firma.
Era su primer contrato profesional, para las campañas de 1945/1946 y siguiente, con ficha de 10.000 pesetas y sueldo mensual de 600 ¡Ahí es nada! Su debut se produjo en La Condomina, el 28 de octubre y en partido frente al Real Oviedo. Fueron dos campañas con altibajos, lesiones, pero ya se interesaban por él diversos equipos. La temporada 1946/1947 estuvo cedido un breve plazo en el Orihuela, para terminar de recuperarse de una lesión.
En el verano de 1947, estando en Barcelona negociando con Espanyol y Sabadell, se personaron en el hotel dos directivos del FC Barcelona, cuya oferta no podía rechazar. Firmó a partir de la 1947/1948 y por espacio de cinco temporadas con una ficha total de 200.000 pesetas, más 1.200 de sueldo mensual.
Abrirse paso en el Barcelona era muy difícil, delante tenía a Basora; jugaba amistosos, viajaba como suplente… así que cada año aceptaba finalmente ir cedido a otros equipos. Sabadell, Gerona, Racing de Santander (con ascenso a Primera) y Lleida fueron sus destinos. Defendió incluso la camiseta de la Selección Catalana, teniendo como compañeros a Ramallets, César, Oliva,Teruel, Seguer, Bravo… Fueron 2 campeonatos de Liga y 1 de Copa los que obtuvo el cuadro catalán durante el tiempo que en él permaneció Cánovas. Con el club azulgrana disputó un total de 30 encuentros amistosos, en los que anotó 14 goles, que tampoco estuvo mal.
Es traspasado al Real Valladolid y allí juega las temporadas 1951/1952 y 1952/1953, que resultarían de gran brillantez para él. A final de esta última contrae matrimonio y su deseo, a pesar de ser todavía muy joven, es regresar a su pueblo, cosa que así hace, pero la UD Las Palmas le hace una extraordinaria oferta, y para allá marcha, a unirse con el también santomerano y gran amigo 'Ricardito'. Los canarios consiguieron finalmente esa campaña ascender a Primera División, por vez primera en su historia.
Regresó a Santomera con el firme propósito de colgar las botas, pero una vez más ello no iba a ser posible. Sus amigos Villalaín y Aullón lo convencen para juegue esa temporada, 1954/1955, en las filas del Imperial, que tan extraordinaria plantilla había preparado. Y allí jugó, eso sí con ficha de aficionado y sin cobrar nada. Aprovechó esa temporada para sacarse el título de entrenador, a pesar de que en su mente no estaba planeado sentarse en los banquillos. Se equivocaba otra vez más; unos amigos de Almoradí lo llamaron para dirigir a su equipo, en Tercera División, y allí hubo de presentarse.
Abandonado todo lo relativo al fútbol, tuvo que trasladarse a Madrid por largo periodo de 12 años, para ocupar el cargo de gerente en un negocio de calefacción propiedad de un cuñado. No abandonaba ‘su Santomera’, y allí estaba siempre que podía; había montado incluso un negocio dedicado a la confección. Una vez hubo retornado definitivamente, fue durante muchísimos años corresponsal del Banco Santander, y con orgullo presume de las grandes cifras de negocio que movía. Pero ahí no podía parar Paco, persona inquieta donde los haya. Desde hace muchísimos años venía investigando todo lo relacionado con la historia de su Santomera natal, habiendo publicado diversos libros e insertado infinidad de artículos; participó muchos años en una tertulia de radio, y en 1999 le cupo el honor de ser nombrado cronista oficial de Santomera. Falleció la tarde del sábado 2 de abril de 2016.