Lucio Compagnucci ha enamorado a Manolo Herrero. En los entrenamientos el centrocampista argentino ha demostrado estar recuperado de la lesión que tuvo meses atrás y al técnico jienense le gustaría darle minutos. Pero esto no es posible porque el Real Murcia no paga una deuda que tiene contraída con la Federación Murciana de Fútbol. La paciencia de Compagnucci, que ya tiene el pasaporte comunicatorio (Italia), está cerca de agotarse. El bonarense cuenta con muchos clubes interesados en contratarle por su valía y por su condición de SUB-23, una pieza muy desedada en los equipos punteros de la categoría de bronce. Ibiza y Castellón lo tienen en el punto de mira.
De momento tiene que conformarse con entrenar en Cobatillas pero podría hacer las maletas si el club no arregla con rapidez la situación que le impide ser inscrito. El desastroso momento institucional que atraviesa el club tampoco ayuda para que se calmen los ánimos en el entorno del futbolista suramericano. Herrero reconoció que no conocía a Lucio cuando le ficharon pero tras verlo en directo está convencido de que puede aportar cosas muy interesantes al centro del campo murcianista.